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La movilidad internacional de estudiantes ha ganado una gran importancia, no solo en el ámbito educativo, sino que también fomenta el crecimiento personal y profesional de los estudiantes. Mudarse a otro país no es solo una tarea académica o laboral, sino también una experiencia de vida.
Sin embargo, esta experiencia viene acompañada de algunos retos significativos, especialmente en lo que respecta al alojamiento.
Las universidades, encargadas de organizar y gestionar programas de movilidad internacional, se enfrentan a numerosos problemas logísticos, operativos, y de confianza, que van desde la búsqueda de alojamiento hasta la resolución de problemas comunes durante la estancia del estudiante; a los que los responsables del programa (hasta ahora sin mucho involucramiento), deben hacer frente porque muchas veces pueden afectar el éxito o ser parte del problema del fracaso de un programa.
Por esto, resulta estratégico preguntarse: ¿existe una solución innovadora para transformar esta experiencia y hacerla exitosa tanto para estudiantes como para universidades y organizaciones? Y, ¿cómo puede ayudarnos la tecnología?
Los principales retos en el alojamiento internacional
1. Encontrar alojamiento: el primer gran reto
Uno de los mayores retos para universidades y estudiantes es encontrar un alojamiento adecuado en el extranjero. Las plataformas y marketplaces tradicionales están saturadas de opciones, lo que genera una experiencia fragmentada y confusa, y obligan a estudiantes y coordinadores de estos programas a navegar entre miles de ofertas, donde el enfoque principal está en competir por altas comisiones de reserva, cobros sorpresa, cargos ocultos, falta de transparencia e incluso diferencias culturales (como, por ejemplo, confusión por tamaño de la habitación, tamaño de la cama), etc.
Este panorama hace que seleccionar un alojamiento de calidad sea un proceso lento y, en muchos casos, frustrante. Además, la falta de transparencia en los precios y en las condiciones del alojamiento en concreto, puede llevar a malas experiencias.
2. Experiencia insatisfactoria en el extranjero
Una vez que los estudiantes han llegado a su destino, pueden enfrentarse a diferentes problemas operativos. La falta de procesos estandarizados o de un seguimiento adecuado por parte de las universidades puede dar lugar a situaciones como:
- Problemas con el alojamiento, como condiciones inadecuadas o incumplimiento de acuerdos.
- Falta de comunicación con los propietarios o con la universidad.
- Dificultades para gestionar pagos o resolver incidentes.
- Ausencia de una inducción sobre la vivienda, el barrio donde van a vivir o el transporte público.
Estas experiencias negativas no solo impactan a los estudiantes, sino que también pueden influir en la percepción general del programa, afectando las tasas de inscripción en futuros semestres. Además, es importante recordar que los estudiantes no solo vienen por un programa académico, sino que también viven una experiencia de vida y por eso, garantizar un entorno positivo y fluido en su día a día puede marcar la diferencia para que su estancia cumpla plenamente con sus expectativas.
3. Baja eficiencia en la resolución de problemas a distancia
Otro desafío importante es la capacidad limitada de las universidades para gestionar problemas a distancia. Sin un representante en el destino, los coordinadores enfrentan barreras para obtener visibilidad sobre las incidencias y resolverlas de manera efectiva, lo que puede generar retrasos en la atención a los estudiantes y, en algunos casos, puede agravar los problemas.
La tecnología como clave del cambio
La digitalización de procesos y el uso de herramientas tecnológicas avanzadas cada vez se posicionan como una solución más clara para superar estas barreras, simplificando tanto la experiencia de los estudiantes como la de las universidades.
Factores clave para el éxito
El éxito de estas soluciones depende de varios elementos fundamentales:
- Colaboración entre todas las partes: la sincronización entre universidades, propietarios y estudiantes es esencial para crear un ecosistema eficiente y funcional.
- Adaptación a marcos regulatorios: cada país tiene normativas específicas y por eso las soluciones tecnológicas deben adaptarse a estas variaciones para garantizar una experiencia sin contratiempos.
- Flexibilidad y personalización: cada estudiante es único, por lo que los sistemas deben ser lo suficientemente dinámicos y escalables como para atender diversas necesidades y presupuestos.
Más allá del programa académico: una experiencia de vida
Durante una experiencia en el extranjero, el alojamiento no es solo un sitio donde poder dormir; es el espacio donde se crean recuerdos, se superan retos y se construyen conexiones duraderas. Las herramientas desarrolladas por empresas especializadas pueden transformar la experiencia de estudiar en el extranjero en algo mucho más que una etapa académica.
El futuro de la movilidad internacional no solo depende de la excelencia académica, sino también de la capacidad para ofrecer una experiencia de vida que sea enriquecedora, segura y transformadora.