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Si hay algo que define a Sevilla, además de su historia y su arte, es su manera de vivir la gastronomía. Tapear en la ciudad es casi un ritual compartido: ir de bar en bar, probar una tapa aquí y otra allá, acompañado de una caña bien fría o una copa de vino. La oferta es enorme, pero hay algunos sitios que se han ganado un lugar especial entre locales y visitantes.
Sevilla es también una de las ciudades más populares de España y su fama está muy ligada a las tapas. Con tantos bares repartidos por la ciudad, hacer una selección no es tarea fácil, pero hemos preparado una lista exclusiva con algunos de los mejores. Aquí encontrarás lugares que destacan por sus tapas estrella, su ambiente y la experiencia que ofrecen al sentarse a la barra.
Bodeguita Antonio Romero
Un clásico en Sevilla, la Bodeguita Antonio Romero es uno de esos bares que nunca falla en una ruta de tapas. Siempre bullicioso y muy sevillano, es el lugar ideal para pedir su famoso piripi. Este montadito de lomo, bacon, queso, tomate y mayonesa se ha convertido en un clásico imprescindible, considerado por muchos como el mejor de Sevilla.
La Flor del Toranzo
Situado en pleno centro, La Flor del Toranzo es un bar pequeño con gran personalidad. Su fama se debe a un montadito tan peculiar como irresistible: anchoas con leche condensada. Aunque la mezcla pueda sonar atrevida, lo cierto es que sorprende y conquista al primer bocado. Es un sitio de barra animada y trato cercano, perfecto para quienes buscan probar algo diferente en Sevilla.
Blanco Cerrillo
En la zona de la calle Tetuán se encuentra Blanco Cerrillo, un bar que se ha ganado un lugar en la historia gastronómica de Sevilla. Nada más acercarte, el inconfundible olor a adobo te guía hasta su puerta. Su tapa estrella son los boquerones en adobo, crujientes y recién fritos, un clásico que nunca pasa de moda. Es un lugar sencillo, auténtico y siempre concurrido.
Te la Espera te Esquina
Este bar de barrio se ha hecho famoso gracias a su tapa más reconocida: el mantecaito. Una propuesta sencilla pero llena de sabor que lo ha convertido en punto de encuentro para vecinos y curiosos. El local mantiene un ambiente cercano, sin pretensiones, con precios asequibles y un trato de toda la vida. Representa a la perfección la Sevilla más castiza, la del tapeo genuino y popular.
Hijos de E.Morales
Con una larga tradición familiar en la hostelería sevillana, los Hijos de E. Morales son herederos de una forma de entender el tapeo clásico. En su barra puedes disfrutar de tapas tradicionales bien elaboradas, acompañadas de un buen vino de la tierra. Las barricas de vino decoran el local y crean esa atmósfera única donde el tiempo parece detenerse.
Las Teresas
En pleno barrio de Santa Cruz, Las Teresas es un emblema. Fundado hace más de un siglo, conserva su aire de taberna tradicional con jamones colgando del techo y paredes llenas de fotos. Su plato estrella es el jamón ibérico, que marida a la perfección con una copa de manzanilla, aunque también destacan las espinacas con garbanzos o las croquetas de jamón.
Casa Manolo
En el barrio de Triana, Casa Manolo es un bar con historia y mucho sabor local. Aquí las tapas salen rápido, las raciones son generosas y el bullicio de la barra acompaña cada visita. Su pescaíto frito es lo más reconocido, especialmente los chipirones o las pavías de bacalao, aunque tampoco hay que dejar de probar sus tortillitas de camarones, ligeras y crujientes, que son otro de los grandes reclamos del lugar.
Ir de tapas por Sevilla es mucho más que comer, es una manera de entender la ciudad y su gente. Estos siete bares son solo una muestra de lo que te espera, cada uno con su encanto y su tapa estrella. Así que ya lo sabes, sal a la calle, pide en la barra y disfruta de por qué Sevilla es, sin duda, la capital de las tapas. Y si te interesa descubrir otros planes en España, puedes leer también nuestro blog sobre los mejores bares donde practicar español en Madrid.